a la gran hinchada tatengue

¡Que buena noche hermano la del viernes en el "15"!, con toda la presión de arrimar y quedar expectante, la mala leche y el "Tate" que parecía caerse por un puto maleficio que se rompió con el segundo gol en tiempo recuperado. La explosión del final cuando muchos habrán "fruncido" de lo lindo porque de esas cuántas han pasado como dijo un tablonero amigo. Contra viento y marea, con pata de palo y un parche en el corazón se ganó un partido que otra vez era fácil en los papeles, pero con eso no se especula querido, los papeles son papeles y en la cancha se juega hasta los calzoncillos, que es donde se traspapela el más pintau. Imagino los bares de Santa Fe, los hinchunes descargados de tanta angustia, de tanto espanto y mala onda dejando que por el garguero le pasen los borbotones de unas cervezas frías para volver a la realidad luego de un vuelo que parecía quedarse en el más allá. Sí señor, que buena noche para la gente de la avenida y por esas traiciones buenas del alma pensé en don Ángel Malviccino y en su desesperanza confesada de no haber logrado poner al Tate en Primera antes de irse a los pagos eternos. A veces creo que los espíritus de los que han querido o amado mucho sobrevuelan sus lugares apreciados de los cuales no se pueden desprender. El don grandote, seguro que estuvo en la platea vibrando y metiendose el grito de su gente en ese pecho enorme que siempre estaba presente, dejame decir que lo creo tatengue, ¡por un abrazo rojiblanco!